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Álvaro Fernández, farmacéutico: "Si el papá bebe o fuma en los tres meses anteriores a la concepción, hay más riesgos de que nazca con problemas"

Álvaro Fernández, farmacéutico: "Si el papá bebe o fuma en los tres meses anteriores a la concepción, hay más riesgos de que nazca con problemas"

La responsabilidad sobre la salud del futuro bebé recae también sobre el padre, tal y como subraya el farmacéutico Álvaro Fernández. "Si el papá bebe o fuma en los tres meses anteriores a la concepción, hay más riesgos de que nazca con problemas", afirma el experto, trasladando un mensaje contundente acerca de la influencia paterna en la gestación.

La cultura popular insiste en los hábitos saludables de la mujer embarazada, sin embargo, apenas se visibiliza el papel del varón. Fernández lamenta que "poco se habla de la importancia de la salud del papá" y recuerda que el consumo de alcohol o tabaco puede comprometer la calidad seminal. De esta forma, la prevención no es exclusivamente femenina: ambos progenitores comparten el deber de proteger el bienestar del futuro hijo.

Los espermatozoides expuestos a toxinas pueden sufrir alteraciones en su ADN, lo que eleva la probabilidad de malformaciones y otros contratiempos durante el desarrollo fetal. Este riesgo, todavía desconocido para buena parte de la población, refuerza la necesidad de adoptar pautas saludables antes de intentar el embarazo.

Riesgos evitables

Distintos estudios confirman que las sustancias nocivas ingeridas por el varón afectan a la estructura genética que posteriormente se transmitirá al embrión. Así, una simple copa o un cigarrillo se convierten en amenazas potenciales capaces de comprometer el inicio de la vida. El mensaje es claro: reducir la exposición a tóxicos resulta esencial para minimizar complicaciones.

La evidencia científica respalda esta llamada a la prudencia, al constatar daños celulares y desajustes epigenéticos relacionados con el consumo de alcohol y tabaco. Por ello, organismos sanitarios y especialistas recomiendan revisar los hábitos cotidianos del varón cuando la pareja decide buscar descendencia.

Ventana temporal clave

La barrera de los tres meses no es casual. Tal como explica Álvaro Fernández, "es aproximadamente el tiempo que tardan en madurar los espermatozoides humanos". Durante ese periodo se define la información genética que viajará en cada célula reproductora, de modo que cualquier agresión externa puede quedar registrada y transmitirse al cigoto.

Ante este escenario, la recomendación práctica del farmacéutico es rotunda: "Ya sabes —remata—, que él deje de fumar y beber los tres meses anteriores para vuestro futuro hijo". Adoptar una conducta saludable al menos durante noventa días antes de la concepción constituye, según el especialista, una medida sencilla que puede marcar una diferencia decisiva en la salud neonatal.

Foto: Uno de los grandes retos que muchas veces terminan en el baúl de las promesas sin cumplir es el de dejar de fumar. (iStock)

Impulsar la corresponsabilidad paterna ofrece una oportunidad para reducir riesgos evitables y afianzar un modelo de crianza donde ambos progenitores se implican desde el primer instante. Así, cuidar los hábitos previos a la concepción trasciende la individualidad y se convierte en un compromiso compartido con la próxima generación.

El Confidencial

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